DOLOR DE CERVICALES (Cervicalgia)
La cervicalgia aparece como resultado de sobrecarga muscular o lesión de los nervios que salen de la médula espinal. Rigidez del cuello, mareos y náuseas, adormecimiento de dedos o dolor en el cuello son síntomas claves de una cervicalgia.
¿Qué es el dolor cervical?
El dolor cervical es un problema cada vez más común que afecta a un gran número de personas. La cervicalgia es un fenómeno conocido como esguince cervical que afecta a las vértebras cervicales y puede extenderse a la nuca, al cuello cabeza o extremidades.
Es un dolor producido por el sometimiento de músculos del cuello a una tensión constante causando síntomas de fatiga y dolor muscular.
Las cervicales se caracterizan por ser la zona más flexible de toda la columna vertebral ya que debe permitir una gran movilidad. Debido a este factor es frecuente presentar dolor en la zona; que junto a la parte de las lumbares son patologías muy comunes en nuestra consulta.
¿Cuál es la función de las cervicales?
Desde un punto de vista mecánico: La columna cervical tiene como función soportar el peso de la cabeza con un apoyo inestable; es decir, el cuello sujeta la cabeza en su parte posterior y no en su centro, lo que crea una situación de desequilibrio y un esfuerzo del músculo para sostenerla.
Con la cabeza bien posicionada y con una fuerza y resistencia adecuada de los músculos que actúan en el cuello (sobre todo la musculatura paravertebral posterior) podemos conseguir reducir el sobreesfuerzo muscular y mejorar el punto de equilibrio favoreciendo el trabajo de nuestro cuello.
En nuestra clínica, el 90% de los casos que llegan de cervicalgia se debe a un origen mecánico: al tener malas posturas o no tener los músculos posteriores del cuello fuertes y resistentes, se va acumulando poco a poco tensión en la zona y cierta compresión inadecuada entre los discos y articulaciones de entre vértebras hasta producir la sintomatología .
¿Cuáles son sus síntomas?
Normalmente aparece dolor localizado en el cuello que se va prolongando hacia los brazos, la cabeza o la espalda.
Los síntomas más reseñables son:
- rigidez del cuello
- mareos y náuseas
- hormigueo en la cara
- zumbido de oídos
- adormecimiento de dedos
- dolor en la nuca
¿Qué tipo de Cervicalgia tengo?
Existen muchos factores que pueden desencadenar una cervicalgia. Enumeramos las más comunes que se presentan en nuestra consulta en Fuenlabrada:
- cervicalgia por bloqueo vertebral. Aunque parezca mentira, hay situaciones como la repetición en tu día a día de malas posturas, la maloclusión mandibular (desencaje de la mandíbula y ATM) y una alteración de la visión hacen que se realice una presión involuntaria de los músculos del cuello provocando sobrecarga y bloqueo de las vértebras cervicales.
- Enfermedades inflamatorias: artritis reumatoide o espondilitis anquilosante.
- ciclismo. practicar habitualmente ciclismo mayoritariamente de carretera puede aumentar el riesgo de padecer cuadros de cervicalgias por la posición forzada del cuello hacia el frente.
- cervicalgia por contracturas musculares y puntos gatillos miofasciales en la zona de trapecios y cervicales.
- Cervicalgia por estrés: trayendo como consecuencia tensión muscular y bloqueo de las vértebras cervicales.
- cervicalgia por falta de fuerza en las manos que hace que forcemos más la musculatura cervical.
- cervicalgia por latigazo cervical: lesión por un movimiento rápido y enérgico del cuello.
- Cervicalgia por fractura vertebral es cuando presenta rotura en la vértebra y presenta lesiones nerviosas e incluso parálisis.
- cervicalgia degenerativa: cuando el dolor es crónico y las vértebras, discos y articulaciones se van desgastando y deshidratando de tal forma que se llega a provocar una cervicobraquialgia, artrosis o aplastamiento cervical.
¿Qué puedo hacer para el dolor cervical?
Un ejercicio para realizar en casa fácilmente es: sentado de espalda a la pared presionar la cabeza-cuello contra un pequeño cojín interpuesto, en intensidad adecuada a tolerancia generando con ello un enderezamiento cervical. Mantener la presión 3 a 5 segundos, relajar y repetir 10 a 20 veces. 2-3 sesiones diarias.
Otros consejos:
- evitar gestos y posturas inadecuadas
- evitar extensión cervical hacia el lado del dolor
- calor seco en la zona
- duchas con agua a presión
- pequeños movimientos flexoextensión durante 10 min
- evitar levantar pesos
- ir a revisión de fisioterapia con frecuencia
¿Qué tratamiento de fisioterapia necesito?
En nuestra consulta el primer paso de nuestros fisioterapeutas será la exploración física a través de test y ecografía para evaluar la musculatura inicial. Trataremos los músculos afectados con diferentes técnicas fisioterápicas según necesidades para controlar y tratar las molestias cervicales.
Contamos con terapia manual y movilizaciones osteopáticas con estiramientos para favorecer la relajación de los músculos y mejorar la movilidad cervical. Cobra gran importancia los ejercicios para tonificar y activar los músculos, consiguiendo un cuello fortalecido.
Es recomendable utilizar tratamiento con vendaje neuromuscular para sujetar la zona y quitarle trabajo a músculos como trapecios, elevador de escápula, romboides…
Existe posibilidad de mesoterapia, infiltración homeopática, para descargar musculatura, disminuir el tono muscular, aumentar la distensión de tejidos y mejorar el drenaje.
En fisiotraining buscamos siempre un tratamiento personalizado, enfocado no solo a quitar el dolor, si no a educar al paciente para que no vuelva a recaer en una cervicalgia, por ello facilitamos ejercicios para realizar tanto en nuestra sala de entrenamiento como en casa ejercicios de pilates que ayudan bastante para el mantenimiento muscular de la zona cervical y corrección postural.
Y recuerda siempre: La cabeza mal colocada, castiga el cuello.
Puedes ponerte en contacto con nosotros por whatsapp en el 658556315 o en info@fisiotraining.es