dolor lumbar

LUMBALGIA (dolor lumbar): Diagnóstico y tratamiento

Son muchos los pacientes que acuden a diario a las consultas de traumatología y fisioterapia por dolor en la región lumbar, en la zona de la espalda baja.

¿Porqué hay que prevenir el dolor lumbar?

Es importante la prevención de un dolor lumbar inicial porque tu cuerpo te está indicando que está en bajo tono muscular, y por tanto corriendo un alto riesgo de lesión de todas las diferentes estructuras como por ejemplo el disco intervertebral (que asume la amortiguación del peso de nuestro cuerpo), o el desgaste prematuro de las vértebras y articulaciones facetarias.

Es importante evitar el uso de antiinflamatorios AINES, ya que generan molestias de estómago, aumentan la presión arterial, y su uso no está evidenciado para lumbalgias de corta o larga evolución. En caso de tener alguna sintomatología debe ser estudiado y diagnosticado por un profesional

¿Porqué se produce el dolor lumbar?

Este dolor en la mayoría de los casos es originado por 3 factores:

  • El primero de ellos es la degeneración ósea de la columna lumbar, con típicos dolores facetarios derivados de la artrosis (dolor en la articulación intervertebral), cursando normalmente con rigidez matutina y disminución de la movilidad del tronco, exponenciado en rotaciones laterales de la columna lumbar. Esto irá poco a poco agravándose si no se trata, por ello es necesario ser evaluado por un profesional sanitario como un fisioterapeuta especialista en patología musculoesquelética, que evaluará el alcance de tu lesión, y podrá pautar ejercicios de fortalecimiento como el método pilates donde se realizan múltiples ejercicios de plancha para fortalecer la espalda y que los músculos ayuden mediante su contracción a sujetar y estabilizar nuestras articulaciones vertebrales; y como consecuencia irá reduciendo el dolor y mejorando la sintomatología.
  • El segundo factor es producido por una patología discal, como hernia o protusiones del disco intervertebral, generadas en la mayoría de los casos por sobrepeso, sedentarismo y una actividad laboral que crean un sobreesfuerzo en el paciente debido a su baja forma física. Por lo tanto es imprescindible el fortalecimiento de la musculatura abdominal y de espalda para crear elementos de sostén que reduzcan el estrés al que se somete ese disco intervertebral.
  • El último factor es dolor muscular en la región lumbar, que se refleja mediante contracturas en músculos como el Cuadrado lumbar o paravertebrales (zona situada entre la cadera y las costillas). Esta tercera causa es la más común entre los pacientes, causada por el bajo tono muscular y el excesivo sedentarismo.

Otro músculo protagonista en las lumbalgias es el Psoas, músculo que se inserta en los cuerpos vertebrales de la columna lumbar y suele estar acortado debido hábitos posturales en posición de sedestación. Esta patología suele cursar con dolor irradiado hacia la ingle que comúnmente está asociado con dolor lumbar.

¿Cómo se trata la lumbalgia?

Todos estos tipos de dolor lumbar tienen multitud de tratamientos tanto pasivos como activos; en las patologías degenerativas, como un desgaste facetario o discal, el fortalecimiento de la musculatura que sujeta y estabiliza las vértebras lumbares es fundamental, así como el entrenamiento de la musculatura abdominal para crear una faja de sostén que alivie el exceso de presión en dichas articulación y tejidos intervertebrales. Por lo tanto el ejercicio terapéutico usando técnicas de trabajo de fuerza adaptada, método pilates, hipopresivos etc, es fundamental para la mejora de la patología.

Por otro lado el dolor muscular derivado de contracturas podremos tratarlo con terapias pasivas como el masaje, la punción seca, acupuntura, osteopatía, estiramientos, etc. Pero también es necesario ser evaluado por un profesional como un fisioterapeuta o un graduado en ciencias del deporte, para concretar a qué se deben esas contracturas, en qué musculatura y cuál puede ser lo que llamamos mecanismo lesional (el porqué ocurre ese dolor), ya pueda ser por una actividad laboral fuera de las posibilidades físicas del paciente, un ejercicio físico no adaptado a sus cualidades o un sedentarismo excesivo, etc.

Una vez evaluado el origen de ese dolor se deberá actuar en consecuencia y prescribir el ejercicio adecuado para que el paciente tenga una musculatura del tronco adaptada a su vida diaria y pueda soportar todos sus retos diarios como el mínimo estrés para su zona lumbar.

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